Desprendimiento de retina





Desprendimiento de retina
Slit lamp photograph showing retinal detachment in Von Hippel-Lindau disease EDA08.JPG

Desprendimiento de retina fotografiado a través de una lámpara de hendidura.
Clasificación y recursos externos
CIE-10 H33
CIE-9 361
CIAP-2 F82
DiseasesDB 11417
MedlinePlus 001027
MeSH D012163
Wikipedia no es un consultorio médico Aviso médico 
[editar datos en Wikidata]
El desprendimiento de retina (DR) (ablatio retinæ, amotio retinæ) es una enfermedad ocular ocasionada por la separación física entre la retina
neurosensorial y el epitelio pigmentario al que en condiciones normales
está adherida. Como consecuencia de ello la retina neurosensorial queda
sin riego sanguíneo y se produce pérdida de visión. El desprendimiento
inicial puede ser localizado, pero sin tratamiento tiende a extenderse,
afectando finalmente a toda la retina.



Descripción



Esquema de la sección del ojo en el que puede observarse la retina en rojo desprendida en la parte superior.
La pared del ojo está compuesta de tres capas, la más interna o retina, la intermedia o coroides y la externa o esclerótica.


La retina es la porción más interna de la pared del ojo y la
responsable de la captación del estímulo luminoso. La componen varias
capas concéntricas que se agrupan en dos, una de ellas es la retina
neurosensorial en la que se encuentran las células sensibles a la luz y
la otra el epitelio pigmentario. El desprendimiento de retina se produce
cuando se separan la retina neurosensorial del epitelio pigmentario,
acumulándose líquido en el espacio que queda entre ambas.


El sector de retina afectado queda de esta forma sin riego sanguíneo,
produciéndose una pérdida de visión de grado variable, dependiendo de
la amplitud de la zona afectada.


Frecuencia

Se producen entre 5 y 10 casos por 100.000 habitantes al año. El 70% de los pacientes son personas con miopía o mayores de 50 años. 1


Prevalencia de desprendimiento de retina en % según la edad y el grado de miopía en dioptrías. El máximo corresponde a personas de 80 años con miopía superior -10 d y el mínimo a menores de 40 emétropes.
Prevalencia % Emétropes Hasta - 4 d Hasta -9 d Superior a -10 d
A los 40 años 0.01 0.05 0.5 1.1
A los 60 años 0.06 0.6 2.4 4.3
A los 80 años 0.2 1.2 4 6.8

Causas

Puede ocurrir después de un traumatismo sobre el ojo, tras una
intervención quirúrgica ocular, por ejemplo tras una operación de catarata, o bien espontáneamente.2 Las personas de más edad y las afectas de miopía avanzada o diabetes, están más predispuestas a presentar esta enfermedad.3


Tipos

Dependiendo del mecanismo causal, existen 3 tipos básicos de
desprendimiento de retina, el regmatógeno, que es el más frecuente,
seguido del traccional y por último el exudativo.3


  • Desprendimiento de retina regmatógeno. Su nombre deriva de la
    palabra griega rhegma que significa desgarro y está causado por un
    desgarro o rotura que afecta a todas las capas de la retina. Las
    personas con miopía avanzada son propensas a presentarlo, pues en ellas
    la retina es más delgada de lo habitual a causa de la degeneración
    miópica.
  • Desprendimieto traccional. Se produce como su nombre indica por una tracción del humor vítreo sobre una retina a la que está adherido por tractos fibrosos anormales. Los pacientes diabéticos que sufren retinopatía diabética de tipo proliferativo están especialmente predispuestos a esta modalidad.
  • Desprendimiento exudativo. Se debe a la filtración de líquido por
    debajo de la retina, causado por otra enfermedad ocular, como tumores e
    infecciones de la coroides, anomalías de los vasos sanguíneos u otros trastornos poco frecuentes, como el síndrome de Vogt Koyanagi Harada. Con frecuencia el tratamiento indicado en estos casos es el de la enfermedad que causa el exudado.4

Síntomas

Los síntomas característicos son un defecto en el campo visual que
muchas veces es percibido por el paciente como la aparición de un telón
negro. A veces desaparece espontáneamente por la mañana, en el momento
de levantarse, para reaparecer unas horas después.


También es muy frecuente la percepción de destellos luminosos inexistentes que se llaman fotopsias
y la aparición brusca de pequeñas manchas oscuras y móviles en el campo
visual que se mueven espontáneamente. Estas manchas se conocen como
moscas volantes, aunque su nombre técnico es miodesopsias.
Hay que tener en cuenta que la presencia de miodesopsias es muy
frecuente en personas de más de 40 años y ello no significa que
presenten enfermedad ocular alguna. Las miodesopsias en el
desprendimiento de retina se caracterizan por ser múltiples, aparecer de
forma abrupta y acompañarse de los síntomas antes descritos.


No todos los desprendimientos de retina presentan los síntomas
señalados, pues la enfermedad puede estar desencadenada por diferentes
mecanismos, el grado de afectación es variable, así como la amplitud y
localización de la zona afectada. Además los síntomas descritos dependen
del tiempo de evolución de la enfermedad y pueden estar producidos por
multitud de procesos diferentes, por lo cual la actitud más adecuada
siempre es dejarse guiar por un profesional en el campo de la salud.5


Tratamiento

El desprendimiento de retina o su sospecha se considera una urgencia
médica y debe ser atendida sin demora por un oftalmólogo. El tipo de
tratamiento recomendado es variable, dependiendo de la causa, el estado
de la retina, el tiempo transcurrido y diferentes factores. Generalmente
es preciso realizar una intervención quirúrgica.6


Tipos de tratamiento



Esquema que muestra un anillo escleral colocado en el ojo como tratamiento del desprendimiento de retina
Las técnicas usadas con más frecuencia son la fotocoagulación con láser, la crioterapia, la retinopexia neumática, la vitrectomía, el drenaje del líquido subretiniano y el anillo escleral (scleral buckling).


  • Fotocoagulación con láser. Mediante el láser se causan
    quemaduras controladas alrededor de la zona desprendida. Estas
    quemaduras acaban por cicatrizar y sellan la retina al tejido que está
    debajo que es la coroides, evitando de esta forma que el humor vitreo se
    infiltre por debajo de la retina y el desprendimiento se extienda.
  • Crioterapia. Mediante una criosonda se congela el tejido
    situado alrededor de la zona desgarrada, tras lo cual se produce una
    cicatrización que actúa de forma protectora por un mecanismo similar al
    descrito en la fotocoagulación con láser.
  • Retinopexia neumática. Se introduce una burbuja de gas en el
    interior del ojo, el gas realiza una presión mantenida sobre la zona
    desprendida de la retina, favoreciendo su cicatrización y evitando la
    extensión del desgarro. Tras el procedimiento se recomienda al paciente
    que permanezca boca abajo unas tres semanas, hasta que desaparezca el
    gas introducido.
  • Vitrectomía. Consiste en una intervención quirúrgica mediante
    la cual se extrae el humor vítreo del interior del ojo utilizando
    instrumentos especiales. Generalmente es un procedimiento previo antes
    de actuar directamente sobre la retina.
  • Cierre esclerótico o anillo escleral. Se trata de un
    procedimiento quirúrgico mediante el cual se coloca una banda o anillo
    alrededor de la capa más externa de la pared del ojo, la esclera, con la finalidad de mantener una presión externa sobre el globo ocular que impida la extensión del desprendimiento de retina.
  • Drenaje del líquido subretiniano. Cuando existe un
    desprendimiento, puede acumularse líquido por debajo del mismo (líquido
    subretiniano), el cual empeora la evolución, pues favorece la expansión
    del desgarro. Mediante el drenaje se extrae este líquido, lo cual
    facilita la curación sin secuelas.

Respuesta al tratamiento

Dependiendo de la magnitud del desprendimiento, su localización y el
tiempo de evolución, el pronóstico es diferente. El 85% de los casos
responden adecuadamente tras una intervención. El 15% restante pueden
necesitar dos o más intervenciones.


Después de la cirugía, la visión suele ir mejorando de forma gradual
durante un periodo de días o semanas, aunque la capacidad visual
finalmente alcanzada puede ser inferior a la que existía previamente,
especialmente si el desprendimiento afectó a la mácula
que es el área de la retina de máxima sensibilidad. Aproximadamente el
40% de las personas intervenidas alcanzan una buena visión, el resto
recuperan un grado variable de capacidad visual que les es útil para
leer, deambular y las actividades cotidianas, Hay que tener en cuenta
que las células nerviosas que componen la retina pueden ser dañadas de
forma irreversible, por lo que en ocasiones no existe ninguna
posibilidad de recuperación. Si no se realiza tratamiento alguno, la
consecuencia es perdida total de visión en el ojo afectado.


Bibliografía

  • Bonafonte, S; Bonafonte, E. Esquemas clínico-visuales en oftalmología. Masson, 2006, ISBN 978-84-458-1677-6

Referencias

  1. JR Fontenla, D. Pita: Desprendimiento de retina. Consultado el 12 de abril de 2013.
  2. Shukla Manoj, Ahuja OP, Jamal Nasir. «Epidemiological study of nontraumatic phakic rhegmatogenous retinal detachment». Indian J Ophthalmol 1986;34:29–32.
  3. Ivanisević M, Bojić L, Eterović D (2000). «Epidemiological study of nontraumatic phakic rhegmatogenous retinal detachment». Ophthalmic Res. 32 (5): 237–9. doi:10.1159/000055619. PMID 10971186.
  4. Ramírez-Rosales Arturo, Góngora-Rivera Fernando, García-Pompermayer Mario, Rodríguez-Robles Luis, Velarde-Magaña Germá: Enfermedad de Vogt-Koyanagi-Harada: Reporte de un caso. Rev Mex Neuroci 2012; 13(5): 275-280. Consultado el 12 de abril de 2013
  5. Jack J. Kanski: Oftalmología clínica, 5ª edición, 2004, ISBN 978-84-8174-758-4
  6. «Retinal detachment». MedlinePlus Medical Encyclopedia. National Institutes of Health. 2005. Consultado el 18 de julio de 2006.