Teotihuacan





Ciudad prehispánica de Teotihuacan
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Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
Teotihuacan 001.jpg

Vista de la calzada de los Muertos desde la pirámide de La Luna

Coordenadas 19°41′33″N 98°50′38″OCoordenadas: 19°41′33″N 98°50′38″O (mapa)
País Flag of Mexico.svg México
Tipo Cultural
Criterios II, III, IV, V
N.° identificación 414
Región Latinoamérica y

el Caribe
Año de inscripción 1987 (XI sesión)
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Teotihuacan
Altépetl mesoamericano
Vista de la calzada de los Muertos desde la Pirámide de la Luna

Vista de la calzada de los Muertos desde la Pirámide de la Luna
Datos generales
Otros nombres La ciudad de los dioses
Habitantes Cultura teotihuacana
Idioma Probablemente un idioma otopameano
Fundación Preclásico Tardío
Desaparición Clásico
Administración
Correspondencia actual Teotihuacán de Arista

Flag of Mexico.svg México
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Teotihuacan (en náhuatl: Teōtihuácān, ‘"Es un lugar donde los hombres se convierten en dioses";1 Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses’)?a es el nombre que se da a la que fue una de las mayores ciudades prehispánicas de Mesoamérica. El topónimo es de origen náhuatl y fue empleado por los mexicas, pero se desconoce el nombre que le daban sus habitantes. Los restos de la ciudad se encuentran al noreste del valle de México, en los municipios de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides (estado de México), aproximadamente a 45 kilómetros de distancia del centro de la Ciudad de México. La zona de monumentos arqueológicos fue declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco en 1987.




Piramide de Quetzalcoatl, Teotihuacán, Estado de México
Los orígenes de Teotihuacán son todavía objeto de investigación entre
los especialistas. Alrededor del inicio de la era cristiana,
Teotihuacán era una aldea que cobraba importancia como centro de culto
en la cuenca del Anáhuac. Las primeras construcciones de envergadura proceden de esa época, como muestran las excavaciones en la Pirámide de la Luna. El apogeo de la ciudad tuvo lugar durante el Periodo Clásico
(ss. III-VII d. C.). En esa etapa, la ciudad fue un importante nodo
comercial y político que llegó a tener una superficie de casi 21 km2,
con una población de 100 mil a 200 mil habitantes. La influencia de
Teotihuacán se dejó sentir por todos los rumbos de Mesoamérica, como
muestran los descubrimientos en ciudades como Tikal y Monte Albán, entre otros sitios que tuvieron una importante relación con los teotihuacanos. El declive de la ciudad ocurrió en el siglo VII, en un contexto marcado por inestabilidad política, rebeliones internas y cambios climatológicos que causaron un colapso en el Norte de Mesoamérica. La mayor parte de la población de la ciudad se dispersó por diversas localidades en la cuenca de México.


Se desconoce cuál era la identidad étnica de los primeros habitantes de Teotihuacán. Entre los candidatos se encuentran los totonacos, los nahuas y los pueblos de idioma otomangue, particularmente los otomíes.
Las hipótesis más recientes apuntan a que Teotihuacán fue una urbe
cosmopolita en cuyo florecimiento se vieron involucrados grupos de
diverso origen étnico, como muestran los descubrimientos en el barrio
zapoteco de la ciudad y la presencia de objetos provenientes de otras
regiones de Mesoamérica, sobre todo de la región del Golfo y del área maya.


Teotihuacán ha sido motivo de interés para las sociedades posteriores al declive de la cultura teotihuacana en Mesoamérica. Sus ruinas han sido exploradas desde la época prehispánica, entre otros, por los toltecas y los mexicas. El descubrimiento de objetos teotihuacanos en los yacimientos arqueológicos de Tula y el Templo Mayor de México-Tenochtitlan así lo confirma. En la mitología nahua posclásica, la ciudad aparece como el escenario de mitos fundamentales como la leyenda de los Soles de los mexicas.


Actualmente, los restos de Teotihuacán constituyen la zona de
monumentos arqueológicos con mayor afluencia de turistas en México, por
encima de Chichén Itzá y Monte Albán.
Las excavaciones arqueológicas en Teotihuacán continúan hasta nuestros
días, y han dado como resultado un paulatino incremento en la calidad y
cantidad del conocimiento que se tiene sobre esta ciudad.



Toponimia



Glifo Tollan, representado en la Tira de la Peregrinación.


Glifo Puh, representado en los muros de Tepantitla.
Teotihuacan es un topónimo de origen náhuatl que le fue dado a la ciudad varios siglos después de su ocaso por los pueblos nahuatlecas. Los mexicas
empleaban ese nombre para referirse a las ruinas de la antigua ciudad, y
de ellos fue recogido en fuentes históricas y en el uso del idioma
español durante la época colonial.2
Las fuentes mexicas son el origen de muchos malos entendidos sobre
Teotihuacan, pues ellos conocieron la ciudad cuando ya había sido
abandonada. Para ellos, Teotihuacan era una ciudad de un pasado en el
que también floreció Tula, por lo que pensaban que sus habitantes fueron toltecas.3


Se han propuesto varias hipótesis sobre el significado del topónimo. Hay que recordar que el náhuatl es una lengua aglutinante
que permite expresar ideas complejas en un solo vocablo mediante la
adición de afijos a una raíz. Una de las interpretaciones más conocidas
es la que traduce Teotihuacan como Lugar donde nacieron los dioses o equivalentemente Lugar donde fueron hechos los dioses.4 Esta interpretación está relacionada con la Leyenda de los Soles, un conocido mito cosmogónico mesoamericano —y particularmente nahua— que ubica en esta ciudad la creación del Quinto Sol mediante el sacrificio de todos los dioses de la era anterior.


En el Diccionario del náhuatl en el español de México, C. Montemayor dice que proviene de los vocablos téotl (dios), -ti (ligadura eufónica), hua (posesivo), -can (locativo que indica el sitio donde se realiza una acción), de modo que lo traduce como Lugar de los que tienen dioses.5


Lo cierto es que se desconoce el nombre que la ciudad recibió de sus
habitantes en la época de su florecimiento. Algunos textos descubiertos
en el área maya suelen relacionar el glifo puh, (tule) con personajes de filiación teotihuacana representados en estelas de ciudades mayas tan importantes como Tikal, Uaxactún y Bonampak. Puh posee en los idiomas mayenses el mismo significado que tiene el vocablo Tollan (AFI: [toːɬːan]), que designaba a la ciudad fabulosa de la mitología mesoamericana.
Tollan era arquetipo de la civilización mesoamericana y origen de la
legitimidad de los linajes dominantes en numerosos estados en toda la
región. Los mayistas tienen posiciones diversas sobre la identidad de
Puh, algunos de ellos sostienen que ese lugar mencionado en diversos
textos mayas es Teotihuacan.b Esta hipótesis podría ser reforzada por el descubrimiento de varias representaciones del glifo puh en la pintura mural del conjunto residencial teotihuacano de Tepantitla.6


Aunque se identificó originalmente a esta Tollan legendaria con Tollan-Xicocotitlan,
la capital de los toltecas, algunos investigadores han preferido
separar el mito de la historia, principalmente porque no sólo esta
ciudad sino otras de igual relevancia en Mesoamérica fueron llamadas de
la misma forma.c
Sin embargo, la distinción entre las ciudades históricas y la ciudad
mitológica no es aplicada de manera monolítica. Haciendo un análisis de
las fuentes históricas, los hallazgos arqueológicos en el centro de
México y en el área maya —como el referido caso del glifo puh en las Tierras Bajas—, Enrique Florescano
hace una asociación del mito con la ciudad de Teotihuacán, de modo que
la llama Tollan-Teotihuacán y atribuye a la llamada ciudad de los dioses
la identidad de la Tula mitológica.d Esta misma postura había sido sostenida por Laurette Séjourné en el congreso de arqueólogos donde se estableció que la Tollan mitológica fue Tollan-Xicocotitlan,7 y es compartida Stuart,8 Uriarte,9 y Duverger.10 René Millon,
uno de los más reconocidos especialistas en el tema de Teotihuacán,
opina que efectivamente Teotihuacán es la legendaria Tollan, pero no
acepta que este haya sido su nombre.e


Teotihuacan, además de designar a la ciudad histórica y al conjunto
de monumentos arqueológicos que están abiertos a la visita del público,
también es el nombre de un municipio mexiquense (San Juan Teotihuacan) y de su cabecera (Teotihuacan de Arista).


Entorno geográfico



Vista de la vegetación actual en el valle de Teotihuacán, compuesta por cactáceas, agaves y especies no nativas como el pirul.


Detalle de una Opuntia
que crece en la zona arqueológica de Teotihuacán. Parte importante de
la economía actual de la región teotihuacana consiste en el cultivo de
este género de plantas para la comercialización de su fruto.
Teotihuacán fue fundada en una posición poco común en su época con
respecto al patrón de asentamiento propio de la cuenca de México durante
el Preclásico Medio.
La mayoría de los asentamientos de mayor envergadura en la región se
localizaban en la ribera del sistema lacustre del Anáhuac o muy cerca de
ella. Cuicuilco y Copilco en el sur; Ticomán, El Arbolillo, Zacatenco, y Tlatilco en el norte; y Tlapacoya en el oriente son ejemplo de ello. En contraste, Teotihuacán se levantó a quince kilómetros de la costa del lago de Texcoco, sobre el río San Juan en el valle que ha tomado el nombre de la ciudad.
Duverger afirma que la ubicación de Teotihuacán corresponde no sólo a
una frontera ecológica, sino a la frontera entre la civilización
agrícola mesoamericana y el mundo cultural de los pueblos aridoamericanos nómadas.11


El valle de Teotihuacán forma parte de la cuenca de México. Se ubica en el noreste de ese gran vaso lacustre de más de 14 mil km2 de superficie, dentro de los límites que actualmente corresponden al estado de México. Su altitud
va de los 2 240 msnm a los 3 200 en la cúspide del cerro Gordo. En la
zona de monumentos arqueológicos la altitud es de 2300 msnm. El valle
está limitado al norte por los cerros Gordo, Malinalco y Colorado; al sur por la sierra de Patlachique, con elevaciones superiores a 2600 msnm; y hacia el oriente termina en las inmediaciones de Otumba y los cerros aledaños. Al suroeste del valle se localiza el cerro Chiconautla,
cerca de la antigua desembocadura del río San Juan. El cerro Tonala, al
poniente, marca la separación entre el valle de Teotihuacán y la
llanura aluvial donde se encuentran Tecámac y Zumpango.


El drenaje principal del valle se realiza hacia el vaso del lago de Texcoco
a través de los ríos San Juan, San Lorenzo y Huixulco. Estos ríos son
estacionales, crecen en época de precipitaciones y durante el resto del
año sus corrientes desaparecen de la superficie para emerger en la
siguiente estación lluviosa.12 Los ríos del valle de Teotihuacán desembocaban en la época prehispánica cerca de Cuanalán. Debido a la desecación de los lagos del Anáhuac —proceso iniciado en el siglo XVII y que continúa hasta el siglo XXI13 —, el San Juan ha sido canalizado hacia el desagüe general del valle de México.


Los suelos del valle de Teotihuacán pertenecen principalmente a cuatro tipos. El feozem corresponde al 40% de la superficie, Le siguen en importancia los tipos vertisol (16%), cambisol (13.5%) y leptosol (13%).14
Se han realizado investigaciones con el propósito de observar cuál ha
sido el impacto de la actividad humana sobre los suelos de Teotihuacán.
Rivera Uria et al. advierten que en algunos sitios como el cerro San Lucas la composición de la superficie ha cambiado dramáticamente.15
En este caso encontraron que antes del establecimiento de las primeras
comunidades del Preclásico el suelo dominante en ese lugar era el luvisol,
que actualmente ha desaparecido. Otras secciones del valle fueron
afectadas con propósitos constructivos. El volumen inmenso de materiales
empleados para el relleno de la pirámide de la Luna
procede de la superficie de zonas cercanas al edificio —donde se han
encontrado depresiones artificiales— y alcanza 2 millones de m3.16


La vegetación del valle de Teotihuacán ha cambiado poco respecto a la
época prehispánica, aunque es evidente que el paisaje actual es
resultado de una combinación de factores naturales y antropogénicos. La
diferencia principal consistiría en la extensión de los ecosistemas
vegetales —pues la superficie dedicada a la agricultura ha crecido a
costa de ellos— y en la desaparición de las especies del género Pinus en el paisaje del valle.17 En la actualidad la región presenta seis tipos principales de vegetación. Cuenta con pequeños reductos de bosque de encinos,
ubicados en el cerro Gordo; este tipo de vegetación probablemente
cubrió las zonas que actualmente son ocupadas por matorrales de encino (Quercus microphyla) que constituyen un segundo tipo de vegetación. El matorral de xerófitas es el tipo de vegetación más representativo en la actualidad, y comprende especies como Opuntia streptacantha, Zaluzania augusta y Mimosa biuncifera. A estos tipos de vegetación se suman los pastizales, la vegetación hidrófila estacional, asociada con la temporada de lluvia.18


Las condiciones del valle favorecieron la concentración demográfica
por ser benéficas para el estilo de vida mesoamericano basado en la
agricultura. Los patrones de asentamiento indican que durante el
Preclásico (c. 2500 a. C.-200 d. C.) las primeras aldeas se
establecieron en las laderas de los cerros que, como se dijo arriba,
contaban con suelos aluviales propios para el cultivo, pero a partir del
Clásico (c. 200-700 d. C.) ocurrió un aumento de la población en el
fondo del valle.19 Sin embargo, por estar localizado en la zona de transición entre el ambiente lacustre del Anáhuac y el más seco de los valles de Tulancingo y del Mezquital, estaba expuesto a algunas fluctuaciones climatológicas. La iluviación de la arcilla encontrada en el tepetate del cerro San Lucas da cuenta de una disminución de la humedad ambiental que coincide con el aumento de la población,20 aunque el apogeo de Teotihuacán parece estar relacionado con un ambiente relativamente más húmedo y templado el actual.21


Identidad étnica y lingüística de los teotihuacanos

A ciencia cierta no se sabe cuál es la identidad del pueblo que fundó
Teotihuacán. La ciudad había sido abandonada mucho tiempo antes del
arribo de los españoles a Mesoamérica, de modo que las escasas
referencias a la ciudad que se conservaron en las fuentes históricas
producidas en los años posteriores a la Conquista de México
no hablan propiamente sobre los habitantes de Teotihuacán, sino de la
representación que de ellos tenían quienes vivieron en el Anáhuac
después del colapso teotihuacano. Los informantes nahuas de Bernardino de Sahagún pensaban que Teotihuacán fue el sitio donde los dioses se reunieron para dar origen a Nahui Ollin, el Quinto Sol de acuerdo con la mitología indígena, el que alumbra la era contemporánea.


Cuando aún era de noche,

cuando aún no había día,

cuando aún no había luz,

se reunieron,

se convocaron los dioses

allá en Teotihuacán.

Dijeron,

hablaron entre sí:

—«¡Venid acá, oh, dioses!

«¿Quién tomará sobre sí,

«quién se hará cargo

«de que haya día,

«de que haya luz?»


De acuerdo con las fuentes coloniales, los nahuas pensaban que Teotihuacán fue construida por los quinametzin,
una raza de gigantes que pobló el mundo durante la era anterior y cuyos
sobrevivientes se encontraban ocultos. Los templos, las pirámides de la
ciudad eran imaginados como las tumbas de los señores que fundaron la
ciudad, un lugar sagrado donde al morir y ser enterrados, los hombres se
convertirían en dioses.


Y lo llamaron Teotihuacán,

porque era el lugar donde se enterraban los señores.

Pues según decían:

«Cuando morimos,

«no en verdad morimos,

«porque vivimos, resucitamos,

«seguimos viviendo, despertamos.

«Esto nos hace felices»

[...]

Decían: «se hizo allí dios»,

quiere decir que allí se murió.


Pero para los informantes de Sahagún, la identidad de los fundadores
de Teotihuacán era desconocida. Hay varias hipótesis sobre la identidad
étnica y lingüística de los fundadores de Teotihuacán. La larga
presencia de los otomíes
en el valle de México ha llevado a plantear que ellos fueron los
fundadores de la ciudad. Para algunos autores es muy probable que el
componente otomiano en la ciudad fuera muy importante,f
sin embargo, sólo algunos consideran que la clase dominante de
Teotihuacán fue otomiana. En opinión de Wright Carr, tanto la élite como
el componente demográfico más importante de Teotihuacán debió ser proto
otomí-mazahua, en un territorio que estuvo rodeado por otros pueblos de idioma otomangue y totonaco. De acuerdo con algunos análisis glotocronológicos, la separación de los idiomas otomí y mazahua ocurrió precisamente en el período de apogeo de Teotihuacán.22


Correlacionando la evidencia lingüística y la arqueológica, Kaufman
propone que el idioma hablado por los teotihuacanos pudo ser el mazahua, el otomí, el totonaco, el tepehua, el popoloca, el mixteco o el chocholteco. Acepta la probabilidad de que también se haya hablado nahua en la ciudad, pero desde su punto de vista, la cultura de Coyotlatelco que se asocia con el ocaso teotihuacano es la primera cuyos portadores debieron indudablemente ser hablantes de náhuatl en Mesoamérica.23


Los totonacos
son otros candidatos a ocupar el sitio como fundadores de Teotihuacán.
De hecho, los cronistas de la época colonial recogieron testimonios
donde este pueblo afirmaba haber construido la ciudad. Lyle Campbell sugiere que, de acuerdo con esa evidencia etnohistórica y la gran cantidad de préstamos lingüísticos que el totonaco parece haber proporcionado a los demás idiomas mesoamericanos —particularmente a los idiomas mayenses
y al náhuatl que se habla en la sierra madre Oriental—, es muy probable
que los fundadores de Teotihuacán hayan hablado un idioma totonacano.24


Historia

La época de mayor apogeo de Teotihuacán corresponde al periodo Clásico Temprano de Mesoamérica (ss. II/III-VI). Sin embargo, los inicios de la ciudad deben colocarse en el primer milenio antes de la era común. Localizada estratégicamente al noreste del valle de México, en las cercanías de la ribera norte del lago de Texcoco, Teotihuacán se convirtió en la principal competencia de Cuicuilco durante el Preclásico Tardío. La erupción del Xitle
en el sur del valle apresuró la caída de Cuicuilco y favoreció la
concentración de la población y el poder político y económico en
Teotihuacán.


Por motivos que aún no han sido del todo dilucidados, Teotihuacán se colapsó hacia mediados del siglo VIII, dando lugar al Período Epiclásico mesoamericano.
Los vestigios de la ciudad dieron origen a numerosas explicaciones
sobre su presencia entre los pueblos nahuas del Posclásico, y estas
explicaciones son conocidas por la labor recopilatoria de recuperación
de los misioneros de Indias, en concreto Bernardino de Sahagún.


Cronología

Para abordar la larga y compleja historia teotihuacana se han propuesto varias cronologías basadas en los restos cerámicos hallados en las excavaciones.
Cada una de las fases está relacionada con cambios técnicos o
estilísticos observados en la alfarería de la ciudad. Este procedimiento
ha ayudado a simplificar la tarea de datación
de los restos arqueológicos, puesto que la cerámica es un material muy
abundante que resiste bien el paso del tiempo y esta presente en muchos
contextos arqueológicos. Sin embargo, el procedimiento no deja de
presentar inconvenientes. Uno de ellos consiste en la definición precisa
de las características de cada fase cerámica y su delimitación
temporal.


Al haber numerosos investigadores que han puesto su atención en
Teotihuacán, se dispone de varias cronologías para la ciudad. En la
actualidad parece haber consenso en torno a la cronología propuesta por René Millon y su equipo de colaboradores.25
A pesar de esta aceptación generalizada, existen algunos trabajos que
ponen de manifiesto que dicha cronología debe ser ajustada. Por ejemplo,
George Cowgill y Evelyn Rattray
han propuesto que la decadencia de Teotihuacán ocurrió entre cincuenta y
cien años antes de la fecha sugerida por Millon. Desde ese punto de
vista, la dimensión temporal de algunas fases cerámicas en la cronología
teotihuacana podría reducirse. En este artículo se ha optado por seguir
la cronología de Millon en general.




Diagrama comparativo de algunas cronologías propuestas para la historia de Teotihuacán.

El valle de México durante la Etapa Lítica y el Preclásico



Hace 10 mil años, en la ribera oriental del lago de Texcoco, los humanos cazaban mamuts, como muestran los descubrimientos de San Miguel Tocuila (arriba).


Cuicuilco fue el centro político y urbano más importante del valle de México durante el Preclásico. En la imagen, el basamento principal de Cuicuilco (D. F.).
La historia de Teotihuacán se puede entender como parte de un largo
proceso civilizatorio que comenzó con la llegada de los seres humanos al
Anáhuac. Esto pudo ocurrir aproximadamente hace 20 mil años, época en
la que han sido fechados los descubrimientos en Tequixquiac, y más tardíamente en Tocuila y Tlapacoya.
En este último yacimiento se han encontrado dos cráneos humanos
estrechamente relacionados con restos de animales y herramientas
líticas.26


La domesticación de especies vegetales permitió a los habitantes de
la región enfrentar la extinción de la fauna que fuera una de las
principales bases de su alimentación, lo que ocurrió hacia el séptimo
milenio antes de la era cristiana. La agricultura favoreció el proceso de sedentarización en la zona. En la orilla oriental del lago de Chalco se estableció un asentamiento en Zohapilco,
cuya primera fase abarca del 5500 a. C. al 3500 a. C. En esa época, los
pobladores de Zohapilco poseían instrumentos de labranza, utensilios
para procesar los granos y armas para cacería; y desde el 2000 a. C.
comenzaron a producir cerámica.27


La agricultura se convirtió paulatinamente en la base de la economía
de los pueblos del valle de México, pues proveía una fuente segura de
alimentación. En la medida que esto fue ocurriendo se establecieron
alrededor de los lagos del Anáhuac numerosas aldeas. La complejidad
social de estas sociedades era variable, pero en las mayores de ellas se
observa una acentuada diferenciación social. Durante el Preclásico Medio (1200-400 a. C.) alcanzaron su apogeo algunas de estas aldeas, como Tlatilco, Copilco y Cuicuilco.
Los asentamientos correspondientes a esta época combinaron la
agricultura con la explotación de los recursos del entorno lacustre, y
muestran una mezcla de influencias culturales de inspiración olmeca y de las culturas de Occidente.


Cuicuilco se convirtió en el principal centro político, cultural y
económico en el valle de México hacia el año 600 a. C. En su época de
apogeo pudo tener alrededor de 22 mil habitantes, aunque algunos
cálculos proponen una población de 40 mil personas. En este lugar se
erigió la primera pirámide de Mesoamérica y se desarrolló el culto al dios del fuego, quizá por la cercanía y actividad volcánica del Xitle. Este volcán hizo erupción hacia el año 100 a. C., sepultando con lava Copilco
y una parte de Cuicuilco. Existe controversia sobre la suerte de la
población de este lugar. La población de Cuicuilco participó en la
fundación de Teotihuacán, pero parece que las migraciones desde la
ciudad al sur de los lagos comenzaron antes de la erupción del Xitle,
probablemente a partir del momento en que tuvieron lugar los eventos que
acompañan al vulcanismo.28
Es plausible que durante algunos años Cuicuilco haya sido contemporánea
y rival de la naciente Teotihuacán, pero finalmente declinó y
desapareció en un escenario incierto y en una fecha imprecisa entre el
año 200 a. C. y el 200 d. C.g


Primeros asentamientos en la región de Teotihuacán (antes del 300 a. C.)



Figurillas de arcilla correspondientes a las primeras fases arqueológicas de Teotihuacán.
Hay poca información sobre el proceso que llevó a la fundación de
Teotihuacán. A partir del Preclásico Medio se desarrolló en el valle de
Teotihuacán un pequeño grupo de aldeas dedicadas a la agricultura. Estas
aldeas eran contemporáneas a Terremote Tlaltenco, Tlatilco y Cuicuilco, y su desarrollo corresponde a las fases Cuanalán y Tezoyucah (c.
500-100 a. C.). Durante la fase Cuanalán se establecen las primeras
aldeas en el valle de Teotihuacán que aprovecharon las condiciones del
entorno para la práctica de la agricultura. Las aldeas se ubican en las
inmediaciones de los ríos y manantiales, así como en el norte del valle.
En esta época se establece el asentamiento más antiguo en la sierra de Patlachique. Se ha propuesto como hipótesis que los habitantes de estos asentamientos podrían ser otomíes o popolocas, pero no hay evidencia contundente en ese sentido.i
En la fase Tezoyuca esta última fase hay un patrón de cinco
asentamientos que probablemente tenían funciones defensivas. Los
yacimientos correspondientes a esta época presentan influencia de la cultura de Chupícuaro, que se desarrollaba en El Bajío por aquellas fechas.29


Alrededor del año 100 a. C. se comenzaron a desarrollar dos
asentamientos dentro de lo que sería unos siglos más tarde la metrópoli
teotihuacana. Uno de ellos corresponde al área ceremonial de
Teotihuacán, sobre la calzada de los Muertos.30
El cálculo para la población de la región durante esa época
—comprendida dentro de la fase Patlachique— es de aproximadamente cinco
mil personas, lo que pone en relieve un repunte demográfico notable para
la siguiente fase de Teotihuacán.


El aumento de la población en el valle teotihuacano está relacionado
con el abandono progresivo de Cuicuilco, pero hay evidencia de que otras
poblaciones en la cuenca del Anáhuac fueron absorbidas por el
crecimiento de Teotihuacán. El emplazamiento de la ciudad revela que los
fundadores buscaron una posición estratégica que favoreciera la
agricultura y asegurara el abasto de la ciudad. Las zonas con
manantiales en la sierra de Patlachique y el cerro Gordo muestran una
mayor concentración demográfica que el valle, pues tienen condiciones
propicias para una agricultura de alto rendimiento. Puede ser posible
que de alguna manera la élite de la región haya motivado a los
habitantes a concentrarse en la región de Teotihuacán.


El proceso urbano que llevó a la fundación de Teotihuacán recibió el
aporte cultural de los cuicuilcas, poseedores de una organización social
compleja y centralizada que fortaleció a la estructura de Teotihuacán.
La ubicación de la ciudad le permitió la explotación de recursos
estratégicos en Mesoamérica, tales como los yacimientos de obsidiana en Otumba y la sierra de las Navajas,
los productos del lago de Texcoco, el agua de los manantiales de
Patlachique y el control de las rutas comerciales entre el Anáhuac y la
costa del golfo de México.31
Todos estos factores constituyen parte del escenario que llevó a la
culminación del proyecto urbano de Teotihuacán y la consolidación del
Estado teotihuacano como uno de los más poderosos en la historia
prehispánica de Mesoamérica.


En la fase Patlachique se consolida el núcleo urbano de Teotihuacán.
El sitio experimentó una población desmesurada en esta época. En su
conjunto, la cuenca de México pudo haber llegado a tener 100 mil
habitantes, de los cuales aproximadamente 25 mil se asentaban en
Teotihuacán.32 Una parte de ese crecimiento se suele explicar como resultado del declive de Cuicuilco.


Esta población ubicada en la llanura aluvial del lago de Xochimilco
tuvo en Teotihuacán a su rival por el control político de la cuenca. Se
presume que el enfrentamiento podría haber llegado a la guerra a partir
del hecho de que la cerámica Tezoyuca
ha encontrado principalmente en las cimas de los cerros. Teotihuacán
adquirió un mayor protagonismo en la cuenca de México, atrayendo una
parte importante del aumento poblacional. El fin de Cuicuilco suele
relacionarse con la erupción del volcán Xitle,
que cubrió de lava el sur del valle de México, incluyendo a la antigua
ciudad. Sin embargo, es muy probable que Cuicuilco hubiera declinado
definitivamente antes de ese suceso.33


Inicios de la ciudad



Detalle de un entierro colectivo de sacrificados como parte de los ritos
de consagración de la pirámide de la Serpiente Emplumada (fase
Miccaotli, c. 200 d. C.). En este caso, todos los cuerpos
sepultados tenían las manos atadas tras la espalda. El collar está hecho
de piezas que simulan mandíbulas humanas, pero otros sujetos enterrados
con éste portaban collares de mandíbulas auténticas.
Entre el año 100 a. C. y el principio de la era común,
Teotihuacán comenzó a concentrar un importante número de habitantes
provenientes de todo el valle del Anáhuac. Al crecimiento de Teotihuacán
contribuyeron los emigrados de Cuicuilco,
que habían iniciado un éxodo que terminó por despoblar aquella ciudad.
La fase Tzacualli de Teotihuacán (1-150 d. C.) es aquella en la que se
establecen las bases de la planificación urbanística de la ciudad y se
definen varios rasgos característicos de la cultura teotihuacana.34 La construcción de los edificios de la ciudad se realizan en torno a dos ejes. El eje norte-sur está constituido por la calzada de los Muertos,
que en la fase Tzacualli ya se encuentra bien definida. La calzada de
los Muertos está orientada 15° 28' hacia el este con respecto al norte
geográfico. Durante la fase Tzacualli, el eje este-oeste estaba
constituido por el curso del río San Juan, cuyo cauce fue desviado para
hacerlo coincidir con una orientación desviada 16° 30' hacia el sur del
este.35 En esta época se ejecutó la primera etapa constructiva de la pirámide de la Luna y ya se había planificado la plaza de este gran edificio, que marca el límite norte de la calzada de los Muertos.36


Es notable el esfuerzo que se realizó para la construcción de la pirámide del Sol,
que prácticamente se concluyó en una sola etapa constructiva que se
verificó en esta fase. Durante ese tiempo, el centro de la ciudad lo
constituía este edificio, representación de la montaña primordial de la
que vienen los mantenimientos y constituye el axis mundi
de acuerdo con la mitología mesoamericana. La plataforma adosada a la
pirámide del Sol es más tardía que el resto del edificio, y parece haber
sido construida al final de la fase Miaccaotli.37


De acuerdo con los trabajos de René Millon, en la fase Tzacualli la
población de Teotihuacán rondaba los 30 000 habitantes y la superficie
de la ciudad era de 17 km2. Para esta época, Teotihuacán era indudablemente la mayor urbe del centro de México y sólo podían compararse con ella Monte Albán en los valles Centrales de Oaxaca y Cholula en el valle poblano-tlaxcalteca. En las excavaciones arqueológicas, se han encontrado restos de cerámica granular, un tipo que también ha aparecido frecuentemente en yacimientos de Morelos y el centro de estado de Guerrero,
por lo que se supone que las relaciones comerciales entre Teotihuacán y
esas zonas de Mesoamérica ya se encontraban activas en el Preclásico Tardío.38


Los años que van del 150 al 250 corresponden a la fase Miccaotli.
Esta fase se llama así porque era la palabra con la que los nahuas
designaban a la calzada de los Muertos. Durante la fase Miccaotli,
Teotihuacán se consolida como la mayor ciudad del centro de México. El
centro de la ciudad se desplaza hacia el sur con la construcción de La Ciudadela,
un recinto que al igual que la pirámide del Sol era una representación
de la montaña sagrada primordial. La Ciudadela consiste en un conjunto
de trece templos organizados alrededor de una gran plaza donde se
encuentra la pirámide de la Serpiente Emplumada.
Para la consagración de este templo se sacrificaron más de cien
personas que fueron colocadas en entierros colectivos, en grupos de 4,
8, 18 y 20 cuerpos, más aquellos que en solitario fueron sepultados en
las esquinas de la base del edificio,39 incluyendo los niños sacrificados que fueron descubiertos por Leopoldo Batres en cada vértice de cada nivel de la plataforma.


De manera paralela a la construcción de La Ciudadela la ciudad quedó
organizada en cuatro cuadrantes con la construcción de las avenidas Este
y Oeste. Ambas forman un eje casi perpendicular a la calzada de los
Muertos, parten de La Ciudadela hacia los respectivos puntos cardinales,
marcando la división de los cuadrantes de la ciudad. En la fase
Micaotli, la pirámide de la Luna fue ampliada en dos ocasiones, una,
entre los años 150 y 200, y la otra hacia el año 225.40


Millon calculaba que la población teotihuacana de la fase Miccaotli
alcanzó 45 000 personas. La superficie de la ciudad llegó a 22.5 km2, la mayor que llegó a tener en toda su historia, aunque la densidad de la población fue creciendo en las siguientes etapas.41
Las grandes construcciones realizadas en este tiempo revelan que la
ciudad era un centro político y económico de gran relevancia en
Mesoamérica. Esto atrajo a personas procedentes de otras regiones, y un
caso muy notable es el de los zapotecos que se asentaron en Tlailotlacan en el siglo II.42


Florecimiento

Hacia el año 250
inició la fase Tlamimilolpa, que toma su nombre del sitio periférico de
Teotihuacán que se conoce con ese nombre. Durante esta fase,
Teotihuacán ya se ha consolidado como un poder regional y su influencia
se extiende constantemente por toda Mesoamérica.
La pirámide de la Luna fue ampliada en dos ocasiones más en este
período. La quinta etapa constructiva de ese edificio ocurrió alrededor
del año 300 y la sexta entre los años 350 y 400.
Como en las anteriores etapas constructivas de la pirámide, a estas dos
últimas se encuentran asociados algunos entierros humanos.43


La expansión demográfica de Teotihuacán se realizó de manera
organizada en conjuntos habitacionales, una práctica que había comenzado
en las fases anteriores y que se ajusta al plan urbano orientado por
los dos ejes de la ciudad. Algunos conjuntos habitacionales antiguos
como el de La Ventilla son ampliados y dotados de espacios para
actividades públicas. Se construyen nuevos espacios para la vivienda,
pero la superficie de la ciudad se contrae durante esta etapa, hasta
quedar en 20 km2, dos menos que en la fase anterior. En
contraste, la población siguió en aumento y, de acuerdo con el cálculo
de Millon, pudo llegar a 65 000 personas.44


En el horizonte arqueológico de la fase Tlalmimilolpa han aparecido los indicios de cerámica Anaranjado Delgado
más antiguos de Teotihuacán, en esta fase representan el 6% de los
materiales cerámicos y su frecuencia en los contextos arqueológicos
aumenta a lo largo de las siguientes etapas.45
La presencia de esta cerámica en los yacimientos mesoamericanos es
considerada como un indicador de vinculación con el mundo teotihuacano,
pero es importante aclarar que se trata de un producto extranjero en
Teotihuacán. De acuerdo con la investigación de Carmen Cook, el sur de
Puebla fue el centro productor de esa tradición alfarera.46 Rattray coincide en esa afirmación y añade que la región de Tepexi de Rodríguez
tuvo floreció notablemente en el Clásico, cuando mantuvo una relación
muy intensa con Teotihuacán que no pareció implicar una subordinación a
esa ciudad.47




Detalle de la estructura 5D-43 de Tikal (Guatemala). Esta estructura
está construida y decorada de acuerdo con el gusto teotihuacano.


La ciudad de Teotihuacán contaba con un sistema de drenaje de aguas
residuales producidas por más de cien mil personas en el apogeo de la
ciudad. En la imagen, detalle del drenaje.


Detalle de los murales del palacio de Atetelco, fechados en la fase Xolalpan (c. 450-650).
Las relaciones de Teotihuacán con el resto de Mesoamérica se
diversificaron durante la fase Tlamimilolpa, tal como muestra la
evidencia arqueológica. En el Entierro 5 de la pirámide de la Luna,
ofrecido quizá en conmemoración del término de la obra, los tres sujetos
principales del entierro estaban colocados en posición de «flor de
loto» y asociados a ellos un conjunto de objetos de jade que proceden
del valle del río Motagua. La posición de los restos humanos es similar a la que se observa en ciertos entierros de la élite en Kaminaljuyú (Guatemala).48 Este hecho se suma a la notable influencia arquitectónica que la ciudad tuvo en su florecimiento sobre el área maya en lugares como Tikal
y el propio Kaminaljuyú, así como al descubrimiento de piezas mayas en
el horizonte Tlamimilolpa de Teotihuacán. Algunos de los vestigios de la
cerámica maya hallados en Teotihuacán corresponden al tipo Tzakol y guardan semejanzas con las obras contemporáneas de ese tipo que se han encontrado en Tikal y Uaxactún.49
La presencia maya en Teotihuacán se sumará a la de los zapotecos
—patente desde la fase Miccaotli— y a la de las culturas del Golfo —de
la cual son testimonio los restos de cerámica Pánuco III50 —.


La fase Xolalpan, que va del 450 al 650,
es el período de mayor apogeo de la ciudad. Su influencia en toda
Mesoamérica es más intensa. La naturaleza de las relaciones de
Teotihuacán con otras ciudades mesoamericanas es objeto de discusión. De
acuerdo con algunos autores, la expansión teotihuacana se realizó con
base en el comercio, lo que además explicaría la presencia de la
cerámica Anaranjado Delgado en yacimientos de diversas zonas. Otros
opinan que Teotihuacán fue un estado militarista y que la expansión de
la ciudad se habría llevado a cabo por la vía de las armas. También
parece plausible que la presencia teotihuacana en el mundo mesoamericano
haya sido resultado de una combinación de factores, incluyendo el
comercio, las armas y las alianzas políticas.


En estos años de gran auge, la arquitectura de la ciudad alcanza su
mayor expresión. La disposición de la calzada de los Muertos —tal como
se puede apreciar actualmente en la zona arqueológica— corresponde a la
fase Xolalpan. Los conjuntos habitacionales también presentan indicios
de haberse beneficiado del florecimiento de la ciudad. Así se observa en
el caso de los barrios mejor documentados a través de excavaciones
arqueológicas, especialmente Teopancaxco,
cuyos habitantes tuvieron un nivel de vida más elevado en esta fase que
durante la anterior. La ciudad se encuentra organizada en bloques
habitacionales que son separados por callejones angostos. La población
llega a 85 000 personas, de acuerdo con el conservador cálculo de
Millon,51
aunque hay autores que la calculan en 300 000 habitantes. En cualquier
caso, en esta época la ciudad alcanzó su mayor densidad de población y
se consolidó como la mayor urbe de Mesoamérica en su tiempo, y una de
las más grandes de todo el mundo. Para esta etapa, la ciudad contaba con
un sistema de alcantarillado y drenaje que permitía desalojar las aguas
residuales de la ciudad.


El arte teotihuacano vive una de sus mejores épocas. Se realizan en
la fase Xolalpan piezas que son muy representativas, como los braceros
«teatro», que son piezas en las que se mezcla el modelado directo con el
trabajo en moldes. Los murales de Tepantitla, los de Atetelco y el muro de los Jaguares del palacio de Quetzalpapálotl corresponden a esta etapa.


Decadencia



La plataforma adosada (izq.) ocultaba el templo de la Serpiente Emplumada hasta su excavación en el siglo XX.


Recipiente de cerámica Coyotlatelco, característica de la fase Metepec.


Tras la caída de Teotihuacan, varios sitios del centro de Mesoamérica florecieron. Algunos de ellos, como Cacaxtla, revelan una notable influencia maya, como se aprecia en esta reproducción de los murales de la ciudad.
Alrededor del año 650
de la era común dio inicio la fase Metepec. De acuerdo con los trabajos
de Millon la ciudad tuvo hasta 75 000 habitantes en esa etapa,52
lo que representa una pérdida de casi 25% con respecto a la fase
Xolalpan. A pesar de esta contracción demográfica, Teotihuacán seguía
siendo la mayor urbe del valle de México y una de las más grandes de
Mesoamérica.53
La actividad arquitectónica en la ciudad se paraliza, de hecho el único
edificio que se realizó completamente en la fase Metepec es la
plataforma adosada a la pirámide de la Serpiente Emplumada. La
plataforma adosada parece haber sido construida con el propósito de
ocultar al edificio que fue corazón de La Ciudadela, emblema del poder
de la ciudad. De hecho, los habitantes de Teotihuacán durante la fase
Metepec no conocieron el templo de la Serpiente Emplumada como
actualmente se puede apreciar en la zona arqueológica, pues su fachada
fue rescatada en el siglo XX.


De acuerdo con Millon, tanto La Ciudadela como los edificios que se
encontraban en torno a la calzada de los Muertos fueron objeto de una
destrucción sistemática por parte de los habitantes de la ciudad.


El centro no fue consumido por un fuego extenso. Los templos y
edificios públicos no fueron simplemente destruidos, sino desmantelados,
quemados, reducidos a escombros una y otra vez en ambos lados de la
avenida por más de una milla [...] Esto es porque aquellos que empezaron
este proceso quisieron estar seguros que ningún poder o ninguna fuerza
del estado teotihuacano volviese a renacer de esas ruinas.54


En la fase Oxtotípac (750-850)
la población de la ciudad se reduce muy drásticamente como reflejo de
un éxodo masivo de los ocupantes. Millon calculó que en esta etapa, el
área urbana era habitada por 5 000 personas.55
Sólo algunas partes de la ciudad permanecen ocupadas, entre ellas lo
que se conoce como Ciudad Vieja y algunos sitios que en la época
anterior fueron habitados por la élite. Esta ocupación de Teotihuacán
está relacionada con la cultura de Coyotlatelco
y la aparición de la cerámica del mismo nombre. Algunos autores opinan
que esta cultura es extranjera, producto de una migración que contribuyó
a la ruina teotihuacana. Otros consideran que se trata de la expresión
de un grupo periférico de la ciudad que no poseía la alta cultura
teotihuacana.


Para explicar el ocaso de la ciudad se han propuesto diversas
hipótesis. Algunas consideraron que alrededor del siglo VIII ocurrió una
gran sequía en el norte de Mesoamérica que provocó la migración de sus
ocupantes hacia el sur. Esta sequía también habría afectado a la
agricultura de la región e hizo inviable el sostenimiento de la
población. Sin embargo, McClung de Tapia y sus colaboradores han dicho
que no existen indicadores de que esta hipótesis pudiera sostenerse,
puesto que en la época de decadencia de Teotihuacán se observó un
aumento de la humedad en el entorno de la ciudad.56


Al tiempo que Teotihuacán inició su declive, otras ciudades en el
centro de Mesoamérica comenzaron a florecer. Para algunos autores, el
florecimiento de las culturas del Epiclásico
sería un factor que habría contribuido al colapso teotihuacano. Estas
ciudades forman una corona en torno a Teotihuacán, en puntos
estratégicos de las rutas comerciales más importantes de Mesoamérica en
ese tiempo. Xochicalco en el valle de Morelos, Teotenango en el valle de Toluca, Cacaxtla en el valle de Tlaxcala, Cantona en el oriente y El Tajín en el paso hacia La Huasteca;
todas fueron ciudades que vieron su apogeo al declinar Teotihuacán y,
en algunos casos, nacieron precisamente en ese contexto. De acuerdo con
algunos autores, estos nuevos poderes regionales extrangularon a la gran
metrópoli al privarla del acceso a las rutas comerciales.


Migraciones teotihuacanas después del colapso

Aunque el origen e identidad de los grupos portadores de la cerámica Coyotlatelco
son motivo de debate, existe consenso en torno al hecho de que su
presencia está relacionada con el declive de la ciudad. La situación de
Teotihuacán estuvo acompañada por el abandono masivo de la ciudad, que
inició alrededor del año 500 de la era común, de acuerdo con la
evidencia arqueológica en el norte de Morelos
que muestra la presencia de grupos teotihuacanos que se fusionaron con
pobladores locales y perdieron su identidad cultural, probablemente como
una estrategia para escapar de la opresión del régimen teotihuacano.57


La diáspora teotihuacana se estableció en lugares que estaban fuera
del dominio de Teotihuacán durante la fase Metepec (550-650 d. C.). En
esta época, la metrópoli dominó en el norte de la cuenca de México, pero
los pueblos localizados al sur y al poniente de la región se
encontraban fuera de su esfera de influencia, como muestra el hecho de
que haya pocos indicadores materiales de contacto con Teotihuacán por
esos rumbos. Por ello, el oriente del Anáhuac, el norte de Morelos, el valle de Tlaxcala y el valle de Toluca absorbieron partes importantes de los grupos que abandonaron Teotihuacán.


Con la salida de los grupos portadores de la cultura teotihuacana, en
la cuenca de México se observa un reacomodo demográfico y la difusión
de la cerámica de Coyotlatelco. Entre Azcapotzalco y Ecatepec se encuentra un grupo de poblaciones con ese tipo de cerámica que intervinó en su difusión hacia el valle de Toluca.58 Otro grupo corresponde a la cuenca de Chalco-Xochimilco. El tercero se concentra en torno a Portezuelo, que debió ser uno de los mayores asentamientos de la cuenca de México durante el Epiclásico
(c. 650-900). Un último grupo Coyotlatelco corresponde al que
permaneció en Teotihuacán, donde ocuparon los conjuntos residenciales
arruinados. Tula, Cacaxtla, Cholula y Xochitécatl son puntos fuera de la cuenca de México donde también se ha encontrado cerámica Coyotlatelco, aunque en menor proporción.


Urbanismo

Evolución de la superficie y población de Teotihuacán
Fase Años Superficie Población

estimada


Tzacualli 1-50 d.C. 17 km² 30 000
Miccaotli 150-250 d.C 22.5 km² 45 000
Tlamimilolpa 250-450 d.C. 22 km² 65 000
Xolalpan 450-650 d.C. 20.5 km² 85 000
Metepec 650-750 d.C. 20 km² 70 000
Oxtotípac 750-850 d.C.
5000
Fuente: Matos Moctezuma, 2009: 62, sobre datos de Millon, 1966.
La ciudad de Teotihuacán creció en torno a un plan urbano estructurado en torno a dos ejes axiales. La calzada de los Muertos es el eje norte-sur, mientras que hay otra avenida que inicia en La Ciudadela y es considerada el eje este-oeste. El río San Juan
fue desviado de su curso natural para que atravesara perpendicularmente
la calzada de los Muertos. Los ejes principales de Teotihuacán se
cruzaban perpendicularmente, y en torno a ellos se trazó una retícula que sirvió de base para la construcción de los edificios.


La planificación urbana de Teotihuacán debió adquirir la forma
definitiva alrededor del siglo III de la era cristiana, cuando ya se
habían construido la cuarta etapa de la pirámide de la Luna, La Ciudadela y la pirámide del Sol.59
Los ejes de la calzada de los Muertos y la avenida Este-Oeste habían
sido definidos durante la fase Tzacualli, que va abarca aproximadamente
de 1 a 150 d. C.60


La calzada de los Muertos es una amplia vía que atravesaba la ciudad.
Comienza en la plaza frente a la pirámide de la Luna y se prolonga dos
kilómetros hacia el sur, cerca de Teopancaxco.
La avenida está orientada 15° 30' hacia el este con respecto al norte
astronómico. Esta desviación es la misma que, con algunas variaciones,
se observa en todas las construcciones teotihuacanas.61
En torno a esa gran avenida se encuentran los más importantes conjuntos
monumentales de la ciudad, dedicados principalmente a las actividades
religiosas. Entre otros, se encuentran sobre la calzada de los Muertos
la pirámide del Sol, el templo de los Animales Mitológicos y el templo de Quetzalcóatl.
El corazón de Teotihuacán estaba constituido por estas y otras
edificaciones dedicadas al culto. Asociados a ellos se encuentran en las
inmediaciones los complejos residenciales destinados a la élite. Entre
estos se encuentra el palacio de Quetzalpapálotl y los conjuntos habitacionales de Yayahuala, Tetitla, Xala y Zacuala.


En torno a la zona central se organizaban los barrios donde vivían
los estratos bajos de la sociedad, los trabajadores agrícolas y
artesanos, comerciantes y extranjeros. De acuerdo con las
investigaciones arqueológicas, la ciudad llegó a tener alrededor de dos
mil conjuntos habitacionales en su momento de mayor apogeo, que ocurrió
entre los siglos II y V. Estas edificaciones fueron constantemente ampliadas y remodeladas para satisfacer las necesidades de la creciente población.62 La superficie urbana creció rápidamente durante la fase Tzacualli, cuando llegó a alcanzar aproximadamente 20 km2 de superficie y una población de 25 mil a 30 mil habitantes.63
Teotihuacán contaba con un sistema de servicios urbanos muy adelantado.
Destaca el sistema de manejo del agua, tanto de aquélla destinada al
consumo cotidiano como de las aguas residuales. La ciudad contó con una
gran red de alcantarillas que contribuyó a sanear el ambiente de la urbe
y sus decenas de miles de habitantes.


La integración arquitectónica del plan urbano de Teotihuacán está relacionada con la cosmovisión
de la sociedad que lo creó y con el entorno. Es evidente la relación
que existe entre las las construcciones más importantes y las formas de
la sierra de Patlachique que rodean el valle de Teotihuacan.64
Las construcciones de Teotihuacan están organizadas de tal manera que
ofrecen puntos de observación astronómica, que convierten a la ciudad en
un gran observatorio relacionado con el culto de las fechas notables en
el calendario teotihuacano.




Vista panorámica de la calzada de los Muertos desde la plataforma
superior de la pirámide del Sol. A la extrema derecha de la imagen se
observa la pirámide de la Luna con su plaza y al fondo la sierra de Patlachique (izquierda), al sur de Teotihuacán, y los cerros Tonalan (centro) al poniente de la ciudad y Gordo (derecha), ubicado al norte.

Arquitectura



Vista de la calzada de los Muertos desde la cumbre de la pirámide de la Luna, en Teotihuacán.

Calzada de los Muertos

La calzada de los Muertos o Miccaohtli constituye el eje norte-sur de
la ciudad de Teotihuacán. Actualmente tiene una longitud de
aproximadamente dos kilómetros, aunque las investigaciones de Millon en
la ciudad dan cuenta de que pudo alcanzar los tres kilómetros. Este eje
comienza en la plaza de la Luna, recinto arquitectónico que se localiza
frente a la pirámide de la Luna, y se prolonga hacia el sur a La Ciudadela, un conjunto arquitectónico situado en las inmediaciones del cauce del río San Juan.
La anchura de esta gran vía es de 40 metros y su eje está desviado
ligeramente hacia el noreste, 15º 30’ respecto al norte geográfico.65


A lo largo de la calle se encuentran los edificios más importantes
destinados a templos, palacios y casas de personajes de altura. Allí
están, además de las dos grandes pirámides, la Casa del Sacerdote, el
palacio de Quetzalpapalotl (Quetzalmariposa), el palacio de los
Jaguares, la estructura de las caracolas emplumadas, el templo de
Quetzalcóatl, la ciudadela y muchas edificaciones más que en su día
fueron de gran belleza. En uno de los aposentos se descubrieron pisos
construidos con dos capas de láminas de mica
de 6 cm de espesor, que fueron cubiertas más tarde con tezontle. El
visitante puede contemplar esta curiosidad siempre que se lo pida al
guardia del recinto.


Los grandes basamentos

Tienen un núcleo hecho de adobe. Después fueron revestidos de estuco y
de piedra y añadieron un friso adornado con relieves geométricos se
construyeron como basamento de un templo que se hallaba en la
plataforma. Los españoles que llegaron en el siglo XVI, todavía alcanzaron a ver los ídolos del Sol y de la Luna.




Vista de la pirámide del Sol. Se observa en primer plano el conjunto
arquitectónico que servía para controlar el acceso a la pirámide.

Pirámide del Sol

La pirámide del Sol es el mayor edificio de Teotihuacán y el segundo en toda Mesoamérica, sólo detrás de la Gran Pirámide de Cholula.
Por sus considerables dimensiones se puede observar a varios kilómetros
de distancia. Tiene una altura de 63 metros, con una planta casi
cuadrada de aproximadamente 225 metros por lado, por lo que suele
compararse con la pirámide de Keops en Guiza (Egipto).


El edificio consta de cinco cuerpos troncocónicos superpuestos y una
estructura adosada de tres cuerpos que no alcanzan la altura de la
primera plataforma. La pirámide del sol se ubica en la banda oriental de
la calzada de los Muertos,
prácticamente alineada en forma perpendicular con esta vía. La imagen
actual de la pirámide corresponde a la restauración realizada por Leopoldo Batres entre 1905 y 1910, pues como parte de la conmemoración del Centenario de la Independencia de México se habilitaron varios edificios de la ciudad para convertirlos en un atractivo turístico.66 La restauración de Batres ha sido criticada posteriormente por apresurada e incompleta,j amén de que se realizó sobre concepciones de la arquitectura mesoamericana basadas en los modelos egipcios.


En los inicios de Teotihuacán, el sitio donde se encuentra la
pirámide del Sol correspondía a una especie de muro con base de talud y
desplante vertical sin asociación a otras estructuras. El uso que tuvo
esta estructura se desconoce, aunque Sugiyama plantea que pudo servir
para delimitar un espacio sagrado. La pirámide del Sol tuvo dos etapas
constructivas, durante la primera prácticamente alcanzó las dimensiones
que tiene actualmente. El uso de la pirámide del Sol y el significado
que tuvo para los habitantes de Teotihuacán permanece como una
incógnita.67


En 1971 Jorge Ruffier Acosta
encontró un túnel bajo la pirámide, cuyo acceso se encuentra frente a
la plataforma adosada. Los primeros investigadores del túnel —al que se
llama también “cueva sagrada”— supusieron que se trataba de una caverna
natural que fue empleada con propósitos rituales, lo que explicaría la
construcción del monumento sobre ella. Sugiyama y su equipo han
demostrado que la cueva fue cavada completamente por humanos. La
estructura del túnel recuerda a las tumbas subterráneas de Occidente
pues el acceso se lleva a cabo a través de un tiro de 6.5 metros. La
cavidad se prolonga hacia el este por aproximadamente 97 metros, al
final del túnel—que prácticamente coincide con el centro del edificio—
se encuentra una cámara de cuatro lóbulos que, de acuerdo con la
hipótesis de Sugiyama, pudo contener una tumba real.




Vista de la pirámide de la Luna desde el sur de la plaza del mismo nombre.

Basamento piramidal de la Luna

La pirámide de la Luna es uno de los edificios más antiguos de
Teotihuacán. Durante el siglo XIX también se conoció como Meztli
Iztácual, nombre que Manuel Orozco y Berra recoge en su obra, donde sostiene la hipótesis decimonónica de que Teotihuacán fue una ciudad tolteca.68
Su forma final la adquirió después de siete etapas constructivas. Tiene
una planta aproximadamente cuadrada de 45 metros por lado. Es de tamaño
menor que la Pirámide del Sol, pero se encuentra a la misma altura por
estar edificada sobre un terreno más elevado. Su altura es de 45 m.
Junto a esta pirámide se encontró una estatua llamada Diosa de la
Agricultura que los arqueólogos sitúan en época tolteca primitiva.


Esta pirámide se encuentra situada muy cerca de la del Sol, cerrando
por el norte el recinto de la ciudad. Desde su explanada se inicia el
recorrido del eje principal conocido como Vía o Calzada de los Muertos.


La Ciudadela y la pirámide de la Serpiente Emplumada



Vista de La Ciudadela hacia el norte desde la plataforma adosada al Templo de Quetzalcóatl.


Reconstrucción de la pirámide de la Serpiente Emplumada en el Museo Nacional de Antropología.


zona frontal del santuario de la serpiente emplumada
La Ciudadela es un conjunto arquitectónico localizado en la banda
poniente de la calzada de los muertos, al sur del curso del río San
Juan. El conjunto forma una gran plaza cuadrangular de aproximadamente
400 metros por lado y fue construido durante la fase Miccaotli, entre
los años 150 y 250 d. C. El conjunto de La Ciudadela comprende también la pirámide de la Serpiente Emplumada,
a la que rodean trece templos secundarios construidos sobre una
plataforma. Detrás del templo de las Serpientes Emplumadas se encuentran
dos conjuntos habitacionales que pudieron estar reservados para la
élite teotihuacana. En el centro de la plaza se encuentra un adoratorio
con cuatro escalinatas que daban acceso a la plataforma. La Ciudadela se
convirtió en el centro político, cultural y económico de la ciudad de
Teotihuacán, sitio que había correspondido al conjunto de la pirámide del Sol
hasta entonces. Las causas de ese desplazamiento del centro de la
ciudad son desconocidas, pero podría haberse debido a factores
políticos.69


La pirámide de la Serpiente Emplumada se halla a una cierta distancia de las dos grandes pirámides, en la Calzada de los muertos. Fue un descubrimiento arqueológico de 1920. Estaba soterrado por una pirámide de paredes lisas, sin ningún tipo de ornamentación.


En un principio se pensó que las esculturas que acompañan a las
cabezas de serpiente emplumada, se trataban de representaciones de
Tlalóc, sin embargo se tratan de Cipactli, que quiere decir cocodrilo,
este personaje fue muy importante ya que con él se representaba el
primer día con el que se iniciaba el calendario lunar de 260 días. Es
por eso que el templo de quetzalcoatl, pudo haber sido un templo
edificado al tiempo.


En noviembre de 2010, investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia enviaron un carro robot, llamado Tlaloque I y diseñado por el Instituto Politécnico Nacional,
para explorar un túnel estrecho, a 8 metros de profundidad y de
aproximadamente 100 metros lineales de fondo, ubicado justo debajo del
templo. Al hacer uso de un georradar, se llegó a la conclusión de que
dicho túnel lleva a 3 cámaras donde los investigadores suponen se hallan
los restos de algunos personajes importantes de Teotihuacán. De acuerdo
con la arqueóloga Verónica Ortega: «Lo primero que hubo para hacer
adoración en Teotihuacán fue este túnel y posteriormente pusieron un
lugar ya sagrado, ahí se construyó la Pirámide del Sol
[...] El recubrimiento es totalmente de lodo, [los teotihuacanos]
tratan de dar una apariencia lisa a estos muros, probablemente para que
las personas que se introdujeran aquí no se dieran cuenta que seguía el
túnel». Previamente, este lugar había sido hallado por la cultura mexica
y, más recientemente, en los años 1970, aunque en este último no se
realizaron mayores hallazgos.70 71


Palacio de Quetzalpapálotl



Columna en el palacio de Quetzalpapálotl.
El palacio de Quetzalpapálotl (en náhuatl: quetzalli-papálotl, ‘Mariposa-quetzal, mariposa de plumas, mariposa preciosa’)?
es una edificación que fue vivienda de la élite teotihuacana. Más
específicamente, se ha propuesto que fue la residencia de los
principales sacerdotes de Teotihuacán.72
El palacio de Quetzalpapálotl se localiza en el ángulo suroeste de la
plaza de la Luna, detrás de la estructura 5 de este conjunto. Para
acceder a su interior hay que subir una escalinata custodiada por unos
jaguares. Desde la plataforma sobre la que se encuentra el edificio es
posible descender al patio central del palacio. Este espacio está
rodeado por pórticos que enmarcan los accesos a las cámaras interiores
del palacio. Las columnas de piedra están talladas profusamente con
representaciones de mariposas y plumas de quetzal,
de ahí el nombre del palacio. En el tiempo que estuvo en funciones esta
edificación, los relieves en las columnas fueron policromados. Los
muros interiores estuvieron decorados con motivos relacionados con el
culto a la divinidad del agua. Una de las subestructuras de este
edificio es el patio de los Jaguares. Los muros de esta sección están
decorados con escenas que representan a jaguares que portan penachos de plumas de quetzal y, frente a ellos, representaciones de caracoles marinos y corazones humanos.


Artes

Pintura mural

Teotihuacán es una de las ciudades prehispánicas que más pintura
mural conservan, importantes ejemplos se pueden encontrar en Tepantitla,
Tetitla, Atetelco, la Ventilla o en el Museo de murales prehispánicos Beatriz de la Fuente,
nombre de la fundadora del proyecto La pintura mural prehispánica en
México de la UNAM, que desde 1990 registra en fotografías los murales de
éste sitio. En los estudios sobre la pintura mural prehispánica
dirigidos por De la Fuente se explica que la interdependencia entre
pintura mural y arquitectura es definitiva, pues el orden para la
lectura de los muros está condicionado por la disposición que éstos
tiene en los espacios arquitectónicos y las escenas las describe
básicamente como mitológicas. La pintura teotihuacana se localiza en el
exterior de los edificios en los taludes y los tableros de los
basamentos piramidales y en el interior, en los pórticos y en los
cuartos y corredores. Según Sonia Lombardo, investigadora de dicho
proyecto, las primeras obras pictóricas datan de la fase Micaotli
(150-200 d. C.)


La leyenda

Fue también el padre Sahagún quien recogió de boca de los mexicas la
leyenda que habla sobre la creación del Sol y la Luna, los dioses a
quienes están dedicadas las dos magníficas pirámides. Dice así:


Antes de que hubiese día, se reunieron los dioses en Teotihuacan y dijeron, ¿Quién alumbrará el mundo? Un dios rico (Tecuzitecatl), dijo yo tomo el cargo de alumbrar el mundo. ¿Quién será el otro?,
y como nadie respondía, se lo ordenaron a otro dios que era pobre y
buboso (Nanahuatzin). Después del nombramiento, los dos comenzaron a
hacer penitencia y a elevar oraciones. El dios rico ofreció plumas
valiosas de un ave que llamaban quetzal, pelotas de oro, piedras preciosas, coral e incienso de copal. El buboso (que se llamaba Nanauatzin), ofrecía cañas verdes, bolas de heno, espinas de maguey
cubiertas con su sangre, y en lugar de copal, ofrecía las postillas de
sus bubas. A la media noche se terminó la penitencia y comenzaron los
oficios. Los dioses regalaron al dios rico un hermoso plumaje y una
chaqueta de lienzo y al dios pobre, una estola de papel. Después
encendieron fuego y ordenaron al dios rico que se metiera dentro. Pero
tuvo miedo y se echó para atrás. Lo intentó de nuevo y volvió para
atrás, así hasta cuatro veces. Entonces le tocó el turno a Nanauatzin
que cerró los ojos y se metió en el fuego y ardió. Cuando el rico lo
vio, le imitó. A continuación entró un águila, que también se quemó (por
eso el águila tiene las plumas hoscas, color moreno muy oscuro o negrestinas, color negruzco); después entró un tigre
que se chamuscó y quedó manchado de blanco y negro. Los dioses se
sentaron entonces a esperar de qué parte saldría Nanauatzin; miraron
hacia Oriente
y vieron salir el Sol muy colorado; no le podían mirar y echaba rayos
por todas partes. Volvieron a mirar hacia Oriente y vieron salir la
Luna. Al principio los dos dioses resplandecían por igual, pero uno de
los presentes arrojó un conejo
a la cara del dios rico y de esa manera le disminuyó el resplandor.
Todos se quedaron quietos sobre la tierra; después decidieron morir para
dar de esa manera la vida al Sol y la Luna. Fue el Aire quien se
encargó de matarlos y a continuación el Viento empezó a soplar y a
mover, primero al Sol y más tarde a la Luna. Por eso sale el Sol durante
el día y la Luna más tarde, por la noche.


Esta leyenda explica así mismo el origen del nombre Teōtihuácān
'lugar donde fueron hechos los dioses' ya que de acuerdo con la leyenda
es ahí donde dos dioses, el sol y la luna, empezaron a ser dioses (náhuatl teōti 'ser [un] dios', teōtia 'convertir [a alguien] en [un] dios', teōtihua 'ser transformado en dios').


Según la leyenda, sería en Teotihuacán donde los dioses habrían
nacido. En este lugar donde el Sol y la Luna se elevaron hacia el cielo,
como testimonian las dos pirámides que les consagraron. No es asombroso
que todas las civilizaciones de la meseta mexicana dijeran descender de
la civilización de Teotihuacán. El sitio es grandioso y tan imponente
que parece realmente haber sido construido por dioses.


Pero no sabemos casi nada de los hombres que poblaron esta ciudad en
el siglo II de nuestra era. La ciudad contaba con más de 100.000
habitantes en su apogeo. Teotihuacán fue destruida en el siglo VII,
sin que se sepan las razones. La ciudad estaba desprovista de
fortificaciones y las pinturas descubiertas no presentan ningún rastro
de violencia.


Sin embargo, Teotihuacán habría influenciado mucho al área
mesoamericana. Todas las civilizaciones avanzadas de la región
incorporaron el estilo Teotihuacán a su arquitectura, como testimonian
las representaciones de Quetzalcoatl, la famosa "serpiente emplumada" que se encuentra prácticamente en todos los sitios arqueológicos de México y Guatemala.


Avenidas principales

Tal como está configurada se puede deducir que tuvo un cuidadoso
trabajo de planificación. Se aprecian cuatro zonas o ejes principales.
De norte a sur se extiende la avenida principal, la calzada de los Muertos.
Recientemente se descubrió perpendicular a ella el otro eje,
constituido por dos calles que atraviesan la Ciudadela y que no son
visibles en la actualidad. Los arqueólogos las han llamado Avenida Este y Avenida Oeste.


La ciudad estaba bien diferenciada en barrios y centro de ceremonial
religioso, donde se encontraban los edificios de actividades
administrativas y los grandes palacios, además de los templos y las
grandes edificaciones (pirámides).


Los sacerdotes tenían un papel destacado tanto en la religión, como
en la administración. Los arquitectos y los artistas eran bien
considerados y tenían talleres especializados. En cuanto al cuerpo
militar, se conoce muy poco, se sabe que no era una sociedad
militarista, aunque en la época final aparecieron con más frecuencia las
representaciones de militares en la pintura mural.


Deidades

Dentro de los dioses más relecan:


Exploraciones arqueológicas en Teotihuacán

Teotihuacán ha sido objeto de interés desde la época prehispánica de Mesoamérica. Las primeras excavaciones realizadas en el lugar corresponden al Posclásico
mesoamericano (ss. X-XVI). Los mexicas excavaron la ciudad en busca de
objetos preciosos que luego incluyeron en las ofrendas que colocaron
bajo sus edificios. En las excavaciones en México-Tenochtitlan han sido rescatados varios de estos vestigios.


Controversia por las pirámides de Teotihuacán

A inicios del mes de diciembre de 2008, con aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia
y con apoyo de la Secretaria de Turismo Federal se comenzó a montar un
proyecto de luces y sonido en las Pirámides de Teotihuacán, llamado Resplandor teotihuacano.73 Este montaje fue condenado inicialmente por los trabajadores del INAH y miembros de su sindicato de académicos y trabajadores. El 23 de diciembre de 2008 la Comisión Permanente del Congreso de la Unión de México pidió la suspensión de las obras por considerar que dañaban la estructura de las mismas.74 El INAH suspendió un día después las obras.73


Sin embargo, más tarde se continuaron las obras argumentando una
derrama económica a la región y el impulso de un corredor turístico, a
pesar de la oposición y de las protestas por parte, entre otros, de
Cuauhtémoc Velasco, líder sindical del INAH señalando que los daños afectaban la estructura de las Pirámides.75 Después, el 7 de enero de 2009 de comenzó a levantar los rieles instalados en las Pirámides por bloques de concreto.76


Se dio a conocer que el grupo empresarial, "Grupo Mundo" era el
encargado de ejecutar el espectáculo de luces, con registro de ya haber
montando espectáculos en Tulum y Chichén Itzá y que habían sido contratados por el Secretario de Turismo del Gobierno del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza.77 hecho que fue confirmado el 10 de enero de 2009.78


El 11 de enero
del mismo año se informó que continuaban los trabajos en las pirámides,
además que Peña Nieto envió un representante de su gobierno a convencer
al Sindicato y los habitantes del municipio con argumentación que fue
rechazada por ambos.79 El 13 de enero de 2009 el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, adscrito a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura dictaminó que las obras en el sitio debían detenerse, mencionando que El gobierno local comenzó “al revés” el proyecto multimedia y que Las acciones son reversibles, pero afectan la autenticidad del sitio y que “no existe un proyecto elaborado por un especialista en iluminación”.80 El INAH
respondió que las obras habían sido suspendidas, pero en cambio el
vocero de la administración del recinto histórico desmintió ese hecho.81


El Secretario de Turismo de Peña Nieto afirmó que contaban con el apoyo del INAH y FONATUR
para este proyecto, que el mismo tendría un corredor turístico de por
medio, con un proyecto de rieles que implicaría una instalación en la
Calzada de los Muertos de dicha zona arqueológica, un proyecto de
hotelería de lujo y la "pernocta" de los visitantes en la zona.82 Posteriormente la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de México, el 21 de enero condeno las obras en la zona,83
y en su reporte final afirmó que “detectamos la falta de publicación de
las obras de instalación de luz y sonido en la página del INAH, tal
como lo señalan los artículos 82 y 83 de la Ley Federal de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria y el Presupuesto de Egresos de la
Federación”.84


La Comisión Permanente del Congreso de la Unión de México volvió el 28 de enero
a condenar la instalación del espectáculo de luces y ordenó la creación
de una mesa de expertos para evaluar los daños a la zona, mientras el INAH y el Gobierno del Estado de México continúan insistiendo que no había daños en las mismas.85 86


Se informó finalmente que el Sindicato de Trabajadores del INAH
interpuso un amparo a fin de detener las obras en Teotihuacán, mientras
expertos en arqueología determinaron que se dañó la piedra originaria
con las perforaciones que se habían realizado.87


Información turística



Vista de la pirámide del Sol en el equinoccio de primavera de 2010.


Pirámide del Sol, vista aérea.


En torno a Teotihuacán hay otros sitios de interés turístico. En la imagen, el convento de San Agustín en Acolman de Nezahualcóyotl.
La Zona Arqueológica de Teotihuacán se encuentra dentro del término municipal de San Juan Teotihuacan (estado de México), algunos kilómetros al oriente de Teotihuacan de Arista, que es la cabecera del municipio. Se encuentra a 45 kilómetros de la Ciudad de México. Es la zona arqueológica que recibe mayor número de visitantes en México, sobre sitios como Chichén Itzá (Yucatán) y Monte Albán (Oaxaca). Normalmente, son los fines de semana los días en que Teotihuacán tiene mayor afluencia de turistas. En el equinoccio de primavera,
grupos de creyentes esotéricos acuden a Teotihuacán y otras zonas
arqueológicas a «recargar energía», pues existe la creencia popular de
que las pirámides prehispánicas mexicanas son puntos energéticos. En el
equinoccio de la primavera de 2010, Teotihuacán recibió 70 358 visitantes.88


El sitio es administrado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México. El conjunto abierto al público cubre una superficie de 2.5 km2 y corresponde al Área Central de Monumentos incluida en la zona protegida por decreto del gobierno federal mexicano en 1988.89
El horario de visita a la zona arqueológica es de 8 a 17 horas, y para
los museos es de 8 a 18 horas. La entrada es libre para adultos mayores
con identificación del Inaplen,
así como para niños, estudiantes y profesores con identificación
escolar. Los domingos el acceso es libre para todos los mexicanos. En
cambio, los visitantes extranjeros deben pagar boleto cualquier día del
año.90


Para llegar al conjunto monumental desde ese punto se puede llegar por la autopista a las Pirámides desde la zona de Indios Verdes (Gustavo A. Madero, D. F.) o por la carretera federal México-Tulancingo a partir de Tepexpan. Desde otras ciudades del centro de México —como Querétaro, Tula, Pachuca, Tlaxcala y Puebla— es posible llegar a través del Arco Norte hasta el entronque con la carretera a Tulancingo.


Existen autobuses que cubren el trayecto entre la capital mexicana y
Teotihuacán. La línea Autobuses Teotihuacanos presta servicio con
frecuencia de 45 minutos a partir de la Terminal Central de Autobuses del Norte,
haciendo algunas escalas antes de llegar a Teotihuacán por la autopista
a las Pirámides. Autobuses del Valle de México brinda servicio
ordinario a partir del metro San Lázaro, tomando la Avenida Central que
atraviesa Ciudad Nezahualcóyotl por el rumbo de Aragón.


Teotihuacán de Arista y San Martín de las Pirámides
cuentan con varios hoteles cuyas habitaciones se cotizan de acuerdo con
la calidad del servicio que ofrecen y la temporada en que se visita. En
las inmediaciones de la zona arqueológica se encuentran algunos hoteles
de lujo y áreas para acampar. La oferta gastronómica en la región
también es variada. Numerosos restaurantes y fondas ofrecen la cocina
tradicional de la cuenca de México. Entre algunos platos representativos
que pueden encontrarse en Teotihuacán se encuentran la barbacoa, el
conejo al carbón, los mixiotes, el pulque y toda clase de antojitos preparados a base de maíz.


Véase también

Nuevos descubrimientos fuente de nuevas teorías

  • 26/05/2011 Hallan nuevo túnel en Templo de la Serpiente Emplumada91
  • 15/12/2011 Nuevos descubrimientos en la Pirámide del Sol de Teotihuacán92
  • 25/01/2013 Hallan 33 entierros humanos cerca de las pirámides de Teotihuacán93
  • 23/04/2013 Robot descubre tres cámaras subterráneas en Teotihuacán94
  • 29/10/2014 Arqueólogos revelan el hallazgo de más de 50 000 objetos en un túnel debajo del templo de la Serpiente en Teotihuacán95

Notas y referencias

  1. teō- 'dios', -tiā (causativo), -hua (voz pasiva), -cān 'lugar (en el que transcurre una acción)'
  2. Entre ellos hay que citar a David Stuart (2000). Otros autores señalan que pudo haber varias Puh o Tollan en Mesoamérica durante el Clásico (cfr. Rice, 2007: 194; Sachse, 2008: 152-155).
  3. Por ejemplo, Tollan-Chollollan,
    una de las ciudades más antiguas y con ocupación más prolongada en
    Mesoamérica. Tollan-Chollollan es la ciudad sagrada donde se asentó el más importante santuario dedicado a la Serpiente Emplumada
    en toda Mesoamérica. Hay que señalar que esta divinidad también está
    relacionada con la mitología tejida en torno a Tollan (Florescano,
    2003). El complejo conformado por Tollan, la Serpiente Emplumada y otros
    elementos que aparecen asociados frecuentemente en la mitología
    mesoamericana que legitimaba ideológicamente el poder político entre los
    mesoamericanos fue denominado zuyuanidad por Alfredo López Austin y Leonardo López Luján (1999: passim), con el propósito de hacer más clara la diferencia entre la Tollan legendaria y las ciudades históricas.
  4. En un artículo de difusión publicado en La Jornada,
    Florescano señala que «he sostenido que la llamada cultura tolteca es
    originaria de Teotihuacán y que esta ciudad fue el modelo de las
    capitales políticas posteriores, la cuna de los cantos y del códice
    pintado que narraron los orígenes del Cosmos y la crónica del reino, y
    la primitiva Tollan, de la que derivaron las posteriores: Tollan
    Cholula, la Tula de Hidalgo, Tulán Zuywá (Chichén Itzá) y
    Tollan-Tenochtitlán» (Florescano, E.: «Chichén Itzá, Teotihuacán y los orígenes del Popol Vuh». La Jornada Semanal, 12 de junio de 2005. Versión electrónica consultada el 2 de febrero de 2010.
  5. «La idea de que hubo
    anteriormente una ciudad tan grande e impresionante, que sobrepasa
    incluso a Tenochtitlan, era Teotihuacán, pero no estoy de acuerdo en que
    su nombre antiguo era Tollan» (Millon, R., cit. Ravelo, Renato: «Rechaza Millon que Teotihuacán se llamara Tollan». La Jornada, 23 de septiembre de 2002. Versión electrónica consultada el 2 de febrero de 2010.)
  6. «Los pueblos de la
    familia otomiana forman parte del área cultural mesoamericana desde
    tiempos muy antiguos, ya pertenecen a ella en el horizonte cultural
    anterior al nahua-tolteca, o sea en el teotihuacano» (Carrasco, 1950:
    309).
  7. Boehm de Lameiras (1995: 93) dice que la erupción del Xitle ocurrió en el siglo I de la era cristiana.
  8. La fase Tezoyuca también es conocida como Chiconautla, por el cerro del mismo nombre que hoy se encuentra en el municipio de Ecatepec de Morelos y en la época prehispánica se hallaba cerca de la desembocadura del río San Juan al lago de Texcoco.
  9. Moragas y Sarabia (2007) citan la tesis doctoral de Angulo (1997) como fuente.
  10. La restauración de
    Batres se realizó en cinco años, lo que constituye un tiempo récord para
    un edificio detales dimensiones. Cuando concluyó la obra de Batres, se
    ordenó dinamitar el material que el arqueólogo no pudo integrar en la
    plataforma, pues consideró que eran escombros (Galindo y Klapp, 2009:
    201).

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  73. Suspende el INAH las obras del Resplandor teotihuacano La Jornada, 24 de diciembre de 2008
  74. Pide el Congreso al INAH detener obras que dañan las pirámides de Teotihuacán La Jornada, 23 de diciembre de 2008
  75. Sigue vigente el proyecto de luz y sonido en Teotihuacán: Peña Nieto La Jornada, 27 de diciembre de 2008
  76. Remplazan rieles con bloques de concreto en la Pirámide del Sol La Jornada, 8 de enero de 2009
  77. Grupo Mundo altera el entorno de Teotihuacán La Jornada, 6 de enero de 2009
  78. Grupo Mundo “sí participó” en la perforación en Teotihuacán La Jornada, 10 de enero de 2009
  79. Los taladros no cesan de sonar desde hace semanas: vecinos La Jornada, 11 de enero de 2009
  80. Icomos-México dictamina que se deben parar obras en Teotihuacan La Jornada, 14 de enero de 2009
  81. Versiones encontradas sobre posible freno a trabajos en Teotihuacan La Jornada, 15 de enero de 2009
  82. Resplandor teotihuacano cuenta con “el aval del INAH y del Fonatur” La Jornada, 20 de enero de 2009
  83. Tajante rechazo de la Comisión de Cultura al show multimedia La Jornada, 22 de enero de 2009
  84. El gobierno del Edomex arrancó show mediático con “permiso de facto” del INAH La Jornada, 23 de enero de 2009
  85. “De ninguna manera se causaron daños físicos a las estructuras arqueológicas”, insiste el INAHLa Jornada, 29 de enero de 2009
  86. “No hay daños en Teotihuacan; el tema se politizó”, consideró Alfonso de Maria La Jornada, 25 de enero de 2009
  87. Documentan expertos orificios en piedra originaria de Teotihuacán La Jornada, 29 de enero de 2009
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  91. Hallan nuevo túnel en Templo de la Serpiente Emplumada
  92. Nuevos descubrimientos en la Pirámide del Sol de Teotihuacan
  93. Hallan 33 entierros humanos cerca de las pirámides de Teotihuacán
  94. México: Robot descubre tres cámaras subterráneas en Teotihuacán
  95. Abundante ofrenda, umbral de cámaras bajo el Templo de la Serpiente Emplumada

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Referencia: Pedro Cruz dice que los aztecas descienden de los Teotihuacanos